El Madrid de Mourinho: El Inicio de la Temporada 2010-2011

Con esta nueva serie de análisis, Grandes Tácticas del Fútbol aborda el estudio del gran rival del Barcelona en la pasada temporada: El Real Madrid. Antes que nada quiero aclarar, como ya dije en el anterior post, que no pretendo incluir con este análisis al Madrid de Mou entre los "Equipos de Leyenda" de las entregas anteriores. Eso es algo que podría hacer tanto con su Oporto como con su Chelsea (a pesar de que no logró levantar la Copa de Europa. Algo merecido a mi entender) como con el Inter que lideró hace dos campañas y que se coronó campeón de Liga, Copa y Champions. Sin embargo, tras una temporada en el Real Madrid no puedo pretender situarlo a esa altura y pretender seguir haciendo unos análisis serios. Quizá dentro de dos años tenga que echar mano del análisis que haga ahora, remodelarlo y ampliarlo, y publicar, entonces con toda justicia, un estudio de este Madrid como uno de los grandes equipos de la década. Sin embargo hasta que ese momento llegue habrá que esperar. Esto no va en perjuicio de que pueda comentar aquí mis impresiones del Madrid de la pasada campaña así como lo que espero que le depare la próxima temporada a la vista de los refuerzos y del juego que están ofreciendo. El siguiente grupo de análisis se dividirá, nuevamente, en tres partes. Esta vez esta división tendrá un carácter cronológico y no temático. Esto es, el estudio se subdivirá en El inicio de la temporada 2010-2011, El Barcelona 5 Madrid 0 y La Maratón de clásicos.

Voy a proceder a separar la temporada 2010-2011 en tres fases no porque pretenda mantener mi esquema de tres entregas para cada equipo, sino porque entiendo que en la pasada campaña hubo un hecho que influyó desmedidamente en el devenir del curso deportivo en España. El Barcelona 5-0 Madrid del 29 de noviembre. Sinceramente no pensaba que un resultado pudiera afectar tanto a un equipo. El Madrid, acentuándose quizá por el cansancio que sufrió en el mes de enero, tardó mucho  tiempo en volver a mostrar el nivel que ofreció durante todo el mes de noviembre y buena parte del de octubre y eso contribuyó a que se le escapara la Liga demasiado pronto ante el Barcelona de Guardiola.

Pero hagamos memoria. En 2009 el Inter de Mourinho se proclamó campeón de Europa después de haber  vencido a Chelsea, Spartak de Moscú, Barcelona y Bayern de Munich sucesivamente. Una Copa de Europa de muchísimo valor por la entidad de los rivales derrotados. Además se alzaría con la Liga y la Copa siendo el segundo triplete que Mou lograba en su carrera (el primero fue con el Oporto, pero la competición europea ganada fue la UEFA y no la Champions, que lograría un año después). Estos acontecimientos propiciaron que Florentino Perez contratara al técnico de Setúbal para encabezar el nuevo proyecto merengue en su intento de destronar al Barcelona. La contratación dio muchísima salsa a la competición dados los prolongados y duros enfrentamientos entre los equipos de Mourinho y el Barcelona. El nuevo Madrid del técnico portugués acometió las contrataciones de Carvalho, Di María, Ozil, Khedira y Pedro León. Unos tuvieron más suerte que otros. El equipo blanco pretendía aproximarse al juego vertiginoso del anterior Chelsea del Special One con jugadores muy rápidos en banda para salir al contragolpe, aunque con un juego más dominador que el de los anteriores equipos del luso.

Los primeros meses fueron un tanto problemáticos. Mourinho no logró hasta octubre que su equipo se engrasara. Esto se debió, principalmente, a la necesidad de asimilar sus conceptos. Aún no se me olvida el debut oficial de aquel Madrid en Mallorca. Juego vertiginoso aunque atropellado, y un desgaste individual fuera de lo común. El Madrid tuvo un juego desordenado que no le permitió ninguna fluidez pero que sí le dio suficiente como para tener algunas claras ocasiones de gol. Higuaín y Ronaldo desperdiciaron la mayoría y el partido acabó 0-0. Tal vez debido a la temprana fase de la temporada. Sin embargo, a mi juicio ya desde entonces se apreciaba un problema que tendría Mourinho todo el año: la falta de su 9 de referencia.

Casi todos los equipos del técnico portugués se han caracterizado por tener en sus filas un perfil de delantero centro muy concreto. Un delantero de mucha técnica de espaldas a portería capaz de recibir y oxigenar para que el equipo suba al ataque. Este papel lo hacían Crespo y sobre todo Drogba en el Chelsea y Diego Milito en el Inter. El ejemplo de Drogba es el clásico en Mou. Delantero muy fuerte, potente, de envenenado disparo desde fuera del área, de no demasiada movilidad pero supereficaz para recibir de espaldas con presión de los defensas y abrír a banda o oxigenar hacia el mediapunta. Labor casi idéntica a la que hacía Kanouté en el Sevilla de Juande. La cualidad fundamental que tiene que tener este tipo de delantero (a parte de meter todos los goles que pueda) es la de ser capaz de bajar un balón largo o fuerte sin que se le escape demasiado de su cuerpo, ya que habitualmente se encuentra bajo mucha presión, si su control va un metro largo alguno de los defensores tendrán tiempo de echarse encima y robar, con lo que el equipo atacante deberá buscar otro medio para progresar.

En este sentido, el Madrid tenía (y tiene) dos jugadores extraordinarios pero que no se aproximan a esto: Higuaín y Benzemá. El primero excelente de cara a portería y con algo de espacio. Buen disparo y rapidez aunque le cuesta más asociarse. De espaldas a portería bastante deficiente y con muchos problemas para controlar balones duros. De todo menos adecuado para ejercer la función que hemos comentado antes; El otro en discordia, Benzemá. Mucho mejor técnicamente, bien de espaldas a portería, muy hábil, mucha movilidad pero débil y se aleja demasiado de la zona en la que debe estar ese delantero centro de referencia. Así Mourinho se quedaba sin ese perfil de jugador que tanto le ha caracterizado en sus demás equipos. Con ello no digo que los dos delanteros anteriores sean malos, sino que José no podía contar con un delantero que le proporcionara las ventajas y el juego que él suele pedir. Por ello no quedaba otra más que variar lo que había venido haciendo hasta ahora en busca de otras posibilidades.

Este tema del delantero es el único que considero que falta para darle un último empujón a este gran equipo. Creo desde hace tiempo, que por encima de todo en un equipo (de cualquier deporte) es fundamental primar la coherencia en de los jugadores y el sistema sobre la calidad. Esto es, Xavi o Senna pueden ofrecer su mejor rendimiento en un equipo de largas posesiones estilo Barcelona o Villarreal. En cambio si quieres jugar con esquema estilo rafa Benitez en el Liverpool entiendo mucho más útil contar con Xabi Alonso. Un jugador de mucha menos posesión pero ideal para un juego directo dada su precisión en balones diagonales desde atrás. Al igual que entiendo que Llorente encajaría mucho mejor en este Real Madrid que en el Barcelona o en el Arsenal por poner algunos ejemplos. Contra esto podría argumentárseme, y con razón, que Ibrahimovic ofreción un excelente rendimiento en el Barcelona mientras Pep apostó por él. Lo cual es cierto. Sin embargo, el mismo Pep, apostó por ser coherente al máximo con su idea de juego y en la segunda fase de la temporada empezó a probar con lo que hizo definitivamente en su tercera temporada y que adelanté en mis análisis sobre el Barcelona de Guardiola: colocar a Messi de falso delantero centro. 

Dicho esto y volviendo al Madrid, a pesar de las dificultades mencionadas anteriormente, el equipo empezó a carburar en octubre. Lo que vi desde entonces hasta el 29 de noviembre fue el Madrid más brillante de la temporada. Muy bien en la presión (asfixiando a los rivales en la creación), equipo muy unido y sólido. Jamás se partía. Robo siempre en campo contrario y salida al contragolpe con una velocidad endiablada. Es posible que otras personas prefieran calificar al fútbol atractivo como aquel que se juega tocando mucho y con una prolongada posesión. Para mí, el juego desplegado por el Madrid durante esos dos meses fue una sinfonía: ritmo trepidante, salidas con una velocidad endiablada con 5 o 6 jugadores, cambios de ritmo al robar que en ocasiones dejaban a los defensas por los suelos (simplemente por no ser capaces de cambiar de 1ª marcha a 6ª en dos segundos). Uno de los primeros partidos en los que la máquina se engrasó fue frente al Racing de Santander en en Bernabéu. 6 goles se llevaron los de Miguel Ángel Portugal de aquel partido. 

Desde entonces los merengues mantuvieron una velocidad de cruzero que los llevó a situarse por encima del Barcelona en la tabla. Con más goleadas frente al Athletic (5-1) y frente al Ajax en su campo (0-4) justo antes de batirse con el Barcelona. En ese momento el Mou Team estaba en su mejor momento. Había superado los problemas de no tener ese perfil de delantero centro tan característico (y necesario) en Mourinho y, además, mostraba variantes tácticas muy interesantes. La primera de ellas fue el rol que adoptó Xabi Alonso en aquellos momentos de mayor valentía en el equipo blanco: llevando a cabo labores muy parecidas a las del clásico pivote en el Barcelona de Guardiola, los laterales subían mucho al sacar el portero en corto y los centrales (Pepe y un pletórico Carvalho) se abrían a banda dejando hueco para que un Alonso diseñado para esta función se metiera entre ellos y sacara el balón jugado con campo por delante. Bajo mi punto de vista Xabi pierde mucho cuando se le obliga a recibir de espaldas, por lo que la idea de retrasarle al máximo para que pueda mirar hacia adelante es brillante. Ahí Xabi no puede ser anulado por su juego en largo. Si se le cubren las líneas de pase puede avanzar o hacer un desplazamiento largo en diagonal para los dos extremos pegados a la cal (Cristiano y Di maría). Tengo la teoría de que, a pesar de su calidad, Alonso no es un jugador para equipos de largas posesiones estilo Barcelona o Villarreal. Donde saca todo su potencial es en equipos de juego vertiginoso y con extremos rápidos muy pegados a la banda, ya que es ahí donde puede sacar su visión periférica para dar sus precisos pases diagonales. Por poner un ejemplo gráfico creo que Xabi en un jugador al que puede sacarle mucho más partido Mou que Pellegrini, sencillamente por sus estilos de juego.

El vídeo que tenemos arriba es interesante para observar las aperturas a banda de Xabi Alonso. Sin duda para mí sus pases más interesantes son aquellos en los que tiene campo por delante y puede enviar balones diagonales a los jugadores de banda. Xavi Hernández, por otro lado, me parece un jugador más para pase en corto y aperturas largas esporádicas y no tan diagonales como Alonso. Cada uno es un experto en su materia.

Otra baza de mucha importancia que recuperó el Madrid ese año fue el juego por bandas. La llegada de Di María permitió volver a un esquema equilibrado de extremos rápidos a pierna cambiada. El rendimiento de Cristiano no sorprende a nadie, en cambio, el altísimo nivel mostrado por El Fideo hace que compense sobradamente el dinero pagado por él. El soberbio gol a pierna cambiada marcado a la Real Sociedad es un buen ejemplo.

En conjunto el juego de este Madrid con tan buen aspecto sufrió un duro golpe el 29 de noviembre de aquel mismo año. El enfrentamiento con el Barcelona sopondría una prueba difícil de superar y generó importantes dudas sobre el proyecto encabezado por José Mourinho. Quizás debido a la impaciencia de las altas esferas o la inconstancia de las mismas para con los entrenadores. En el proximo post analizaremos aquel partido que acabó con una aplastante victoria del Barcelona así como sus secuelas psicológicas en los jugadores y en el entrenador (o al menos en su sistema).

Otros de interés:

• El Barcelona de Guardiola I: Sistema defensivo.
• El Milan de Sacchi: Sistema defensivo.